miércoles, 29 de abril de 2009

Por último voy a hablar del domingo de Ramos. No hace falta que os diga porque he dejado este día para el último pero no tenía más remedio. Sale mi hermandad y en este papel voy a plasmar que siento el domingo de Ramos cuando me levanto. Primer día de cofradía por la mañana, se asiste a la misa que hay antes de la entrada de Jesús en Jerusalén conocida por todos como “la Borriquita”. A las 12 de la mañana las campanas comienzan a repicar anunciando el comienzo de la semana más sentida para todos los cofrades. Sale por su plaza de Llano del Sol. Tiene un colorido especial, Jesús está sonriente y además está recibiendo los rayos del sol de frente. Hace un día estupendo para salir a verla, da igual donde la cojamos porque en todos los sitios hay algo especial. Lleva nazarenos de un color claro pero las palmas los alzan a lo más alto. Se va pasando el día pero para mí va llegando el gran momento. Se acerca mi salida y cada vez estoy más nerviosa, miras al cielo cada 2 minutos sin encontrar tranquilidad en ningún sitio. Mi madre y yo nos vamos a mi casa a vestirnos al igual que los demás nazarenos que acompañaran a la cofradía en su penitencia. Mi madre se emociona mientras se viste, son muchos sentimientos los que se encuentran a flor de piel en ese momento. Ella lo pone todo en orden y sigue el reglamento que hay detrás de la papeleta de sitio a raja tabla. A mí me transmite información, no sé ni cómo ni por qué pero me invita a seguir sus pasos y cómo sé que mejores consejos que ella no me podía dar nadie pues a seguirla voy. Llegamos a la iglesia con lágrimas en los ojos, queda algo más de media hora para salir a la calle.


Tenemos una misa en la cuál pedimos a Jesús que nos acompañe en nuestro trayecto, les dé fuerzas a los costaleros que gran esfuerzo hacen. A las 6 de la tarde se abren las puertas y entra una luz que nos hace sentir un gran cosquilleo en la barriga. Todo comienza a ponerse en orden, con sus cirios, varas, cruces… lo que cada uno vaya a llevar en su penitencia. Los costaleros se ponen sus costales y todo listo para salir a la calle. Nuestra primera parada es en la plaza de Llano del Sol donde la gente se amontonan para verla salir. En nuestro trayecto paramos en el hospital para volverles la virgen a los ancianos que llenos de emoción y alegría se encuentran. Pasamos por Barrio Nuevo y al son de Caridad del Guadalquivir que recibe el cristo no tienes más remedio que volverte para verlo bailar. Pasamos por muchas calles pero los lugares más bonitos son la Alameda y cómo no C/ Mesones. Es el centro donde la gente se concentra y abarrotada está cuando pasa la cofradía. Va llegando la hora de entrada y vez recompensado el esfuerzo realizado durante todo un año. Este año para nosotros es Gloria, ha entrado nueva Junta con Francis como hermano mayor, y os aseguro que buen ejemplo da. También está el grupo de los Jóvenes Cofrades en el que yo me encuentro y muchos otros jóvenes que hacemos lo que haga falta para salir todos los años. Pasamos días muy divertido concretando fechas para realizar diferentes actividades, no es tarea fácil pero donde haya ilusión nada será complicado.